【Capítulo 1】 ュいぃ



Solsticio de Verano

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Silencio y calor. Mucho calor.

No recordaba un día de verano tan caluroso desde sus días en la universidad. ¿O era quizás que el tiempo pasaba mas lento para ella? Sea como sea, los días pasaban volando.

[Hola! Tiempo que no hablamos Akemi... ¿Cómo has estado?]

Quizá debería de encender el aire acondicionado, su mano estaba empezando a cansarse de usar un abanico para refrescarse y la otra de sostener el teléfono.

[El proceso de divorcio ya esta a punto de acabar, así que me siento mas aliviada.]

Tal vez una buena charla con una de sus amigas era la respuesta a su monótona y estresante vida.

[Me case con mi primer novio, en primer lugar eso no tenia ningún sentido.]

A medida que pasaban los minutos, sentía cada vez mas la necesidad de encender el maldito aire acondicionado.

-Quizá debí de poner esto mas cerca - pensó.

Sentada en el mostrador, observando a la gente pasar. Todavía eran pocas personas, y tenia sentido. A penas y eran las 8 de la mañana, los demas trabajadores no habían llegado y el calor era abrumador.

-Vamos, tienes tu propia tienda y aun eres joven... deberías divertirte mas. En fin ¿Cómo estas ahora? - era una voz femenina del otro lado de la llamada.

[Si, oh yo estoy muy bien... la cafetería esta yendo muy bien. Es mas creo que necesito contratar a alguien mas... - rio.]

Lo raro era que ella abriera tan temprano. Era la jefa y tenia que estar antes que todos, aunque tal vez exageraba un poco. Una forma de mantener ocupada su mente y cuerpo.

-Bueno, como te decía, en un mes todos los de la graduación nos reuniremos y haremos una fiesta, que dices ¿Te apuntas?

[Una reunión... - dudó - déjame pensarlo, ¿esta bien?]

La verdad no quería ir, no estaba de humor para fiestas ni nada por el estilo. Eso quería pensar.

- Okey, entonces cuídate. Hablamos luego.

[Claro, que te vaya bien, adiós...]

Termino.

Dejo el teléfono y se concentro en agitar aquel abanico que había dejado. Olvido ir a encender el aire acondicionado. Los tacones de sus zapatos chocando con el piso era todo lo que se escuchaba, resonaban y el eco que producían las paredes le recordaba su condición.

Era molesto si se lo preguntaban.

Ding Dong

No pudo llegar hacia el aire acondicionado, un nuevo cliente había llegado.

-Buenos días, ¿Qué desea?

Era solo un día mas trabajo, un día normal y corriente.

《 ... 》

Este día era todo menos corriente.

-¿Enserio te iras ahora?

-Lo siento mucho jefa, uhm... no quiero irme así. Pero resulta que mi novio volvió antes y la fecha de la boda se adelanto, en serio siento el renunciar tan de improvisto.

Se tomo la cabeza, dio un respiro y hablo.

-No te preocupes Mary, lo entiendo - dijo sonriente - es inesperado que te vayas tan repentinamente, pero no te preocupes, te comprendo. Buscare a alguien nuevo.

-¡Muchas gracias jefa! - la abrazo.

Solo pudo suspirar, sin duda la extrañaría. Después de ese momento, cada una volvió a su labor dentro del local. Tenia muchas cosas en la cabeza, era un manojo de nervios. Salió de la cocina y fue hacia otra habitación.

-Ah... necesito un respiro... - concluyó.

Se dejo caer sobre el sofá que tenia en su oficina. No era el mas grande ni nada, pero era lo suficiente para ella.

-Necesitare contratar a alguien nuevo... ¿Cómo lo hare tan rápido?

Ser la jefa no era nada fácil, pero podía manejarlo, esperaba poder hacerlo. Se acomodo mejor en el pequeño sofá, observando el techo, eso era lo que mas hacia últimamente.

Fue solo el sonido de su celular la que la interrumpió de pensar en que cervezas compraría para la noche.

-Uhm... - vio un mensaje - Lo siento, no podre firmar ahora... quisiera hablar contigo luego... nos vemos...

Frunció el ceño, no le faltaban las ganas de querer arrojar el celular contra el piso. Al parecer el divorcio no iba tan bien como pensaba.

-¡Jefa! - escucho un grito de afuera - ya me voy, nos vemos, hasta mañana! - termino de escuchar.

El grito de su empleada le impidió enojarse mas, debido al mensaje que leyó antes, algo que agradecía. Apago el celular, no tenia caso pensar en eso ahora. Tenia que encontrar un nuevo empleado lo mas pronto posible, eso era mas importante.

-Debería de colocar un anuncio afuera.

Salió de su oficina, camino hacia el mostrador y empezo a escribir el anuncio de empleo. Ni siquiera pudo terminar de escribirlo. Sus pensamientos la llevaban a divagar.

No había ningún cliente, Mary se había ido ya a ultimar detalles de su boda. Esperaba que al menos le dieran una invitación.

-Quizá es el momento de olvidarlo. - dijo sacudiendo la cabeza.

Tres años de matrimonio, y un proceso de divorcio. Esperaba que a Mary le fuera mejor y sea feliz, la historia feliz que ella no pudo tener.

Sacudió la cabeza, y borro esos pensamientos.

Ni siquiera había terminado de escribir el anuncio, y aunque aun eran las dos de la tarde se sentía cansada. El calor que había en la mañana solo parecía haber empeorado con el paso de las horas, y el maldito aire acondicionado no estaba encendido.

-Enserio debo de poner eso mas cerca...

Otra vez se levanto a encenderlo, y cuando estaba tan cerca...

Ding Dong

-Buenas tardes...

-Carajo. - pensó.

Trato de poner su mejor cara y volteo a ver a la persona culpable de impedirle refrescarse.

-Buenas, quisiera un café y... no mejor, mejor un parfait y una matcha soda, por favor.

Mentalmente trataba de no insultar a quien sea que la haya interrumpido, hasta que termino de observarlo.

-Una linda cara... joven y unas manos limpias. Cabello negro y mirada persistente... ¿acaso es una ilusión?

Se quedo mirándolo unos segundos, el era totalmente su tipo.

-Disculpe... ¿ocurre algo?

Sacudió un poco la cabeza, y volvió a la realidad.

-N-no... perdón. ¿Podría repetirme su orden?

En su mente se insultaba ella misma por pensar en eso, eran demasiadas emociones en pocos segundos. Termino de anotar el pedido y fue a prepararlo. Desde adentro lo miraba de rato en rato inconscientemente (o quizás no). Y una vez tenia listo el pedido fue a llevarlo.

-Aquí tiene... - sus manos temblaban un poco - un parfait y un te de Match... - termino cayendo. Había dejado caer el vaso con el te sobre la camisa del joven frente a ella - ¡Lo siento!

Dio un pequeño grito, sus nervios crecían mientras trataba de limpiar la mancha que había dejado

-Ah disculpa, lo derrame *agachando la cabeza*.

-N-no... esta bien - ambos sonrojados estaban - un error le puede ocurrir a cualquiera... - como dos niños que se habían besado por primera vez.

-Déjame traer algo para que te cambies, vuelvo en un momento.

Aquel joven se quito la gorra que traía puesta, esperaba que la mancha en su camisa pudiera salir cuando la lavase. No, pensaría en eso después. Volteo su vista hacia abajo, mirando la mesa y observando un papel que tenia algo escrito.

-Se busca personal...?

Lo pensó unos momentos, aunque en realidad lo decidió al instante.

-Perdón si esto no es de tu talla, es lo único que encontré en el almacén que creo puede serte de ayuda.

Ella había vuelto, y en sus manos traía una camisa blanca, tenia el logo de la cafetería. Seguramente era de algún trabajador.

-Esta bien, gracias - se sonrojo por el hecho de rozar con sus manos.

Puso las manos sobre la mesa, estaba algo nervioso por lo que estaba por hacer. Con sus dedos empezo a traquetear sobre la mesa en un intento de distraerse.

-Preparare otro te, por mientras puede esperar ahí. - le señalo un asiento algo lejos.

-¡S-si!

Volvió a ver el papel sobre la mesa, y tomo el valor que le faltaba.

-Disculpe, ¿esta buscando personal?

-Si, la que persona que estaba trabajando se va - le respondió de espaldas a el.

-Bueno... mire...

Por alguna razón sentía que le haría falta dinero, y quizá un pequeño trabajo no le vendría mal.

《 ... 》

-Bueno, siéntate.

El hizo caso, se sentó y se acomodo el cabello un poco, aunque en vez de ordenarlo hizo todo lo contrario.

-Este niño... - pensó mientras un pequeño tono carmesí pintaba sus mejillas - Hmm... ¿Puedes empezar por presentarte?

-Ah... si, me llamo Fuutarou Uesugi. Estudio en la facultad de administración y negocios internacionales de la Universidad de Tokyo.

Se sentía como si le interrogaran por haber hecho algo malo.

-Tienes experiencia trabajando en una cafetería?

-No, ¿necesito algún titulo o estudio?

Tonta pregunta.

En una pequeña libreta, anotaba los datos importantes que escuchaba. Fuutarou estaba nervioso, pero su vista fue atrapada por la manos de la mujer en frente de el. Tan delicadas y pequeñas que le daban ganas de querer acariciarlas siempre.

-No, no es necesario. Seré yo quien se encargue de hacer las bebidas y postres. Necesito de alguien que atienda las mesas y se encargue de la limpieza.

-La limpieza es segura - dijo casi de inmediato - y... - sus nervios aparecieron - Jefa, tengo un poco de calor.

-Quieres que encienda el aire acondicionado? - ella llevaba toda la mañana intentando encenderlo.

-N-no! - alzo un poco la voz - Puedo, puedo solo quitarme este abrigo?

¿Qué idiota se pone un abrigo en una tarde calurosa de verano?

-No hay problema - respondió - pidió permiso para hacer algo como eso, que cortés... - pensó.

Empezo a observarlo, viendo como con sus manos empezaba a quitarse la prenda de encima, incluso por un momento paso su mano por su cuello, había gotas bajando por el.

Casi hasta parecía erótico para ella, y el pequeño espectáculo había terminado, y se mordió el labio inconscientemente.

-Como vas a la universidad, no tendrás problemas con el trabajo?

-Esta bien, no pasa nada

Termino de anotar, dejo su pequeña libreta y la puso sobre la mesa.

-¿Puedes escribir aquí tu numero de contacto?

-Si! - tomo el cuaderno - ¿Cuándo comenzaría a trabajar?

Termino de escribir su numero, y le devolvió la libreta.

-Mañana estaría bien. Entonces me pondré en contacto contigo.

-Si. Gracias.

Termino.

Ambos se levantaron de sus asientos y se miraron por unos segundos. Sus ojos eran tan dorados y brillantes como el anillo que alguna vez llevo con tanta felicidad.

Vio como se alejaba cada vez mas hasta que llego a la puerta y volteo a verla una ultima vez para hacerle un reverencia y marcharse.

-Que educado...

Justo cuando había terminado de irse, una nueva persona ingreso.

-Jefa, siento volver ahora pero olvide algo en los casilleros y vine a...

-Si lo se, viniste a llevártelo porque quieres llevarte todas tus cosas antes de casarte.

Si, extrañaría mucho a su pronto ex empleada. Su ingenuidad le recordaba a alguien que usaba un listón, aunque solo eran detalles.

-Jefa, quiere que coloque un anuncio de "Se busca personal" en la ventana?

-No, no es necesario... - dijo viendo su libreta - ya encontré a alguien.

《 ...


Ni siquiera en la noche podía escapar del calor.

-Jefa! Ya me voy, hasta mañana!

-Si, cuídate querida. Adiós

Termino de cerrar el local. Guardo las llaves, y tomo unas bolsas que tenían bebidas dentro. En el camino hablaba cosas sin sentido.

Eran ya las 10 p.m. La ciudad acaba de entrar en su modo nocturno. Los amigos de la noche salían a hacer lo suyo. El sonido de las latas chocando entre ellas dentro de la bolsa que traía acompañaban su solitario camino a casa.

No sabia que era mas solitario, si estar en la calle o en su hogar.

-Ah... - suspiro.

Dejo las bolsas en el suelo, tenia que sacar las llaves de su apartamento.

-Esto es un hogar? - se preguntó.

Al llegar a su hogar, si es que se le puede llamar así, lo único que ve es oscuridad, soledad y desánimo.

-Me siento feliz... cuando veo a los demas - empezo a hablar - La casa esta bien, y todavia escucho la voz de mi jefe... ¿Es especial el divorcio? Solo quiero vivir tranquilamente.

Estaba ebria, no sabia ni lo que decía.

Una vez termino de entrar a casa, cerro la puerta, dejo las latas en el piso y fue a encender el maldito aire acondicionado, por fin.

Guardo las cosas que compro y fue a cambiarse de ropa por un atuendo mas fresco.

-Aquí también hace calor... - dijo mientras tomaba una cerveza - Se apago el aire acondicionado?

En realidad hacia algo de frio, pero ella no lo sentía así.

-Jefa...

Escucho, volteo la vista rápidamente hacia atrás, y no había nadie. La casa estaba tan vacia como cuando ella entro.

Podría jurar que escucho una voz atrás de ella, llamándola. Quizá el calor, la fatiga o el alcohol le jugaban una mala pasada.

-Joven, eh... No se porque, ahora me acuerdo de él. No... estos pensamientos cada vez son mas reales...

A su mente llegaban las imágenes que había visto en la mañana, como Fuutarou se quitaba el abrigo y le daba ese mini espectáculo de su cuello.

Era lo mas erótico que había visto en mucho tiempo.

-De repento vino a mi mente... - sin duda estaba ebria - el se veía tan acalorado como yo ahora *suspiro*

La luz del nocturno cuerpo celeste era lo único que iluminaba el lugar.

Se sento en la sala, y siguio bebiendo en un intento de bajar su temperatura corporal.

-Esta bien lo admito, es un niño atractivo... - rio un poco - también es gracioso... ¿pero que estoy admitiendo?

Estaba muy caliente.

Bebió tanto, que ya no sabia ni lo que hacia. Llevo una de sus manos desde su pecho hasta su vientre, y prosiguió su camino. Con la otra mano agarro la lata de cerveza que habia estado bebiendo, su cuerpo tenia pequeños temblores por lo caliente que se sentía.

-!Ah! - dio un gritillo.

Observo que la prenda inferior que se había puesto, estaba húmeda. Algo liquido fluía entre sus piernas y manchaba el sofa, llegaba hasta el suelo. Escucho tambien el sonido de una lata chocando contra el piso.

-A-ah, me moje...


FIN


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Ya lo se maricon, ya lo se... :v

Se que esto es básicamente una copia de la historia corta que hice antes.

Inicialmente este iba a ser el prólogo, pero decidi que no, con el fin de dar una mejor narrativa.

No me maten :c

Tratare de subir el segundo capítulo el domingo, o en su defecto el lunes.

Gracias por leer, cuidense y bye.



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